¡Corre! ellos te hacen daño
un día común, nació una chica su nombre era Wendy, sí, como la niña feliz de Peter pan, esta niña fue creciendo, y su infancia era cada día mas feliz, jugaba, reía y solo lloraba cuando se raspaba sus rodillas, Wendy creció ya era toda una mujercita de 15 años, ella no entendía que sucedía, el mundo ya no era el mismo, sus risas se convirtieron en lagrimas, tal vez el mundo no cambio... ella sí lo hizo, todo era mas difícil, ella tenia que resolver sus problemas de adolescente porque si acudía a su madre ella tal vez le diría: -esos no son problemas, yo sí los tengo
-nuestros padres no nos enseñan a vivir, no, ellos solo nos protegen de lo que nos hace mal, ellos se encargan de resolver todo para que nosotros estemos bien, tal vez deberían pensar un poco, porque ellos no estarán para siempre, habrá un momento en el que tendremos que vivir solos y ¿como lo haremos? no sabemos como hacerlo. -pensó Wendy mientras sus ojos se llenaban de lagrimas
Wendy no sabia que era ese mundo a su alrededor, de alguna manera tuvo que encajar en esa sociedad que te critica, te juzga, te manipula... de alguna manera ella tenia que soportar todas esas criticas, tenia que demostrar que era fuerte, que ellos no podían derrumbar lo que su madre cuido y protegió durante 15 años, Wendy trato de aprender a vivir, ella soporto lo que mas pudo, pero no todos somos tan fuertes...
Al final ellos no destruyeron a Wendy, Wendy huyo.
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